La amistad como vehículo para quererse más a uno mismo
Un adolescente es obligado por su madre a hacerse amigo de una chica con leucemia.
Thomas Mann y Olivia Cooke, en "Me and Earl and the Dying Girl". |
La adolescencia es una época de cambios donde la mayoría
de los jóvenes busca encajar en un grupo con el que se sientan identificados
para afrontar la madurez con otros que comprendan la dificultad que supone este
paso. No es el caso de Greg, un chico inteligente y peculiar que concentra sus
esfuerzos en ser invisible a los ojos de sus compañeros de instituto por temor
al rechazo. Sólo se relaciona con Earl, su único amigo, para rodar extrañas películas
basadas en otras que ya han visto.
Un día, la madre de Greg lo obliga a “hacer algo
bueno por otra persona” y llamar a Rachel, una chica a la que han diagnosticado
leucemia, para ofrecerle pasar el rato. La amistad que ambos construyen conmueve
por estar basada en ayudarse mutuamente a aceptarse a sí mismos, compartir sus
miedos e intentar hacerlos desaparecer. Greg se esfuerza por acompañar y divertir
con sus ocurrencias a Rachel pese a la vulnerabilidad que siente al exponerse ante
alguien. Y ella lo empuja a salir de ese anonimato autoimpuesto en el instituto
y a elegir un futuro en una universidad.
“Me and Earl and the Dying Girl” es en definitiva una
película que recuerdas días después de haberla visto y a la que se agradece esté protagonizada por personajes creíbles con problemas tratados sin trivialidad,
pese a desarrollarse en el contexto escolar. No hay rastro de los efectismos que con frecuencia
encontramos en las películas sobre enfermedades y que sólo pretenden hacernos
llorar como magdalenas. Y es precisamente el humor que impregna todo el guión
lo que la hace especial. Porque en el fondo, está claro, nadie quiere estar
solo y nadie quiere morir. Y la risa es una buena alternativa.
- Lo mejor: La secuencia final.
- Lo peor: La traducción del título de la película al castellano.
- Te gustará si: Te sientes identificado con los jóvenes diferentes que no encajan en los estereotipos del instituto.
- Si te gustó, te recomiendo: Las ventajas de ser un marginado (The Perks of Being a Wallflower). EE.UU. 2012. Dir.: Stephen Chbosky.
Puedes saber más datos sobre Me and Earl and the Dying Girl (se estrena en España el 9 de octubre de 2015) consultando su ficha en filmaffinity
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