jueves, 5 de noviembre de 2015

Películas que volveré a ver tarde o temprano | Top Ten

Hay veces que estoy viendo una película y envidio a quienes no la han visto porque van a poder descubrirla y disfrutarla; hay veces que no pasa ni un minuto desde que aparecen los títulos de crédito y ya estoy dispuesta a volver a verla. Son esas películas que merecen ser vistas más de una vez y que están en mi lista de Películas que volveré a ver tarde o temprano (por orden cronológico):


1. Doce hombres sin piedad (12 Angry Men). EE.UU. 1957. Dir.: Sidney Lumet.
  • ¿Por qué merece un segundo visionado?: Por su afilado retrato de un jurado popular compuesto por doce hombres, cuyo juicio está inevitablemente condicionado por sus vivencias personales, que deben determinar la culpabilidad o la inocencia de un adolescente acusado de haber matado a su padre. Y por la reflexión del director, Sidney Lumet, sobre la dificultad de que seres humanos subjetivos apliquen justicia de forma objetiva.
"Donde quiera que se encuentre el prejuicio, siempre nubla la verdad" (Doce hombres sin piedad).







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2. Vértigo (De entre los muertos). EE.UU. 1958. Dir.: Alfred Hitchcock.
  •  ¿Por qué merece un segundo visionado?: Porque verla una segunda vez te permite disfrutarla desde otra perspectiva, al saber de antemano el secreto que esconde la trama (como sucede con Memento, Donnie Darko y Shutter Island, entre otras películas). Y por el ingenio y la brillantez que despliega Alfred Hitchcock con la cámara que, junto al guión de Alec Coppel y Samuel Taylor y la fotografía de Robert Burks, hacen de Vértigo una bella historia de amor rodeada de misterio con pinceladas de drama psicológico.
"El collar, Madeleine. Ese fue el error. Me acordé del collar" (Vértigo).

3. El apartamento (The Apartment). EE.UU. 1960. Dir.: Billy Wilder.
  •  ¿Por qué merece un segundo visionado?: Porque Billy Wilder es el director que mejor combina distintos elementos en un guión y en El apartamento hace gala de su inteligencia para hacer al espectador reír, llorar, indignarse y sentir compasión por C.C. Baxter, un empleado de una compañía de seguros que espera ascender a cambio de prestarle a sus superiores su apartamento para sus escarceos amorosos. Una joya de película.
"Si te enamoras de un casado, no te pongas rimmel" (El Apartamento).

4. Alguien voló sobre el nido del cuco (One Flew Over the Cuckoo's Nest). EE.UU. 1975. Dir.: Milos Forman.
  • ¿Por qué merece un segundo visionado?: Por su necesaria crítica al sistema psiquiátrico norteamericano y para disfrutar de Jack Nicholson interpretando a Randle McMurphy, un espíritu libre que revoluciona a los pacientes y siembra el caos en el hospital en el que lo ingresan. Alguien voló sobre el nido del cuco es un canto a la humanidad que reside en todas las personas, sin importar que padezcan una enfermedad mental, y una introspección sobre los parámetros que se siguen para distinguir la locura sana de la patológica.
"Debo estar loco para estar en un manicomio como éste" (Alguien voló sobre el nido del cuco).

5. Solas. España. 1999. Dir.: Benito Zambrano.
  • ¿Por qué merece un segundo visionado?: Para hacerle compañía de nuevo a María, a su madre y a su vecino. Para sufrir con su realista enfoque de las miserias a las que a veces se enfrentan las personas y también para creer con esperanza que el dolor tiene fin. Lo mejor de Solas es la interpretación de María Galiana en el papel de esa madre universal que sabe curar todas las heridas de su hija, incluso las que no se ven.
"Las personas deberíamos nacer dos veces: una rica y otra pobre" (Solas).

6. Amelie (Le fabuleux destin d'Amélie Poulain). Francia. 2001. Dir.: Jean-Pierre Jeunet.
  •  ¿Por qué merece un segundo visionado?: Porque es una película preciosa y muy positiva. De principio a fin es absolutamente imposible escapar del hechizo de Audrey Tautou y su vitalista actitud con cierta tendencia a las travesuras, por supuesto todas con el objetivo de ayudar a las personas de su entorno. Ver Amelie proporciona la impagable sensación de que cambiar el mundo es posible; es una película que invita a soñar. Y por si acaso, una razón más: la música de Yann Tiersen.
"Son tiempos difíciles para los soñadores" (Amelie).



7. El hijo de la novia. Argentina. 2001. Dir.: Juan José Campanella.
  •  ¿Por qué merece un segundo visionado?: Porque es una película tierna, veraz, dura, triste y con sentido del humor. Y por Ricardo Darín (uno de los mejores actores del panorama actual), que interpreta a Rafael, un hombre esclavo del trabajo obligado por las circunstancias a replantearse su vida. El hijo de la novia contiene suficientes ingredientes como para que el espectador se sienta identificado con alguno de ellos y traslada este mensaje: todos queremos a veces "irnos a la mierda" y todos tenemos una razón para quedarnos a luchar.
"Si la vida te pasó de largo, ¿qué esperás para alcanzarla?" (El hijo de la novia).

8. Quiéreme si te atreves (Jeux d'enfants). Francia. 2003. Dir.: Yann Samuell.
  • ¿Por qué merece un segundo visionado?: Porque es la película de amor-odio más original que he visto hasta ahora. No apta para quienes no estén dispuestos a divertirse con sus dos protagonistas, Sophie (Marion Cotillard) y Julien (Guillaume Canet), iniciadores en su infancia de un juego de atrevidos retos que mantienen cuando crecen y que llevan al límite ocasionándose daño el uno al otro de forma deliberada. Su final es uno de los más surrealistas que recuerdo.
"Bésame. ¿Te atreves?" (Quiéreme si te atreves).

9. La vida de Adèle (La vie d'Adèle - Chapitre 1 & 2). Francia. 2013. Dir.: Abdellatif Kechiche.
  • ¿Por qué merece un segundo visionado?: Por Adèle Exarchopoulos, su actriz protagonista. Sólo esa ya es una razón de peso. La película nos introduce en la vida de Adèle, una adolescente que despeja sus dudas sobre su sexualidad cuando una noche conoce a Emma (Léa Seydoux) y se enamora de ella. A destacar la habilidad de Abdellatif Kechiche para rodar esta desgarradora historia de amor con tanta naturalidad. Todo parece tan real que duele. Inolvidable la química de la pareja de actrices protagonista.
"Siento que estoy fingiendo en todo, soy yo a la que le falta algo" (La vida de Adèle).



 10. Relatos salvajes. Argentina. 2014. Dir.: Damián Szifrón.
  • ¿Por qué merece un segundo visionado?: Porque es necesario recordar lo ridículamente violentos que podemos llegar a ser los seres humanos. Damián Szifrón muestra de forma sumamente inteligente los límites que llegamos a traspasar cuando perdemos el control y además lo hace con un brillante sentido del humor muy negro. Los seis episodios que componen Relatos salvajes provocan una risa muy particular consistente en soltar la carcajada y luego quedarse paralizado por la gravedad de la situación que nos la ha provocado.
"Cuando un veneno está vencido… ¿es más o menos dañino?" (Relatos salvajes).

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